sábado, 23 de noviembre de 2019

(15B) Viriato: Parte II


En el año 147 a. C. Viriato y un contingente de 10.000 lusitanos supervivientes decidieron hacer una incursión en la Turdetania, aunque serían cercados —en los alrededores de Urso— por el ejército del pretor Cayo Vetilio, quien les ofreció una propuesta de paz que sería rechazada por Viriato debido al temor a un incumplimiento del pacto por parte de los romanos. Finalmente Viriato y los lusitanos lograron invertir la situación, al conseguir huir del cerco de Vetilio y emboscar a sus tropas supuestamente en el desfiladero del río Barbesuda, con lo cual lograron infligir 4.000 bajas al ejército de Vetilio y derrotar al pretor. Un guerrero lusitano acabó con la vida de Vetilio al tomarlo por un soldado sin valor, ante la vejez y gordura del romano. Esta derrota de Vetilio tendría lugar cerca de la polis de Tribola y permitió el saqueo posterior de Carpetania por parte de los lusitanos, así como ataques a destacamentos romanos en el Guadiana y el Tajo, además de suponer el encumbramiento de Viriato como líder lusitano. En el año 146 a. C. Viriato consiguió nuevas victorias militares contra el pretor Cayo Plaucio, en Carpetania, y el gobernador de la Citerior, Claudio Unimano. Se cita el año 146 a. C. como la fecha en la que Viriato supuestamente habría atacado la ciudad prorromana de Segobriga, identificada por Schulten en el yacimiento de Cabeza del Griego, cerca de la actual Saelices (Cuenca).


Apiano afirmó que el caudillo, durante la batalla contra Plaucio, se retiró estratégicamente a un monte llamado de Venus o Mons Veneris. A él acudió de nuevo tras batallar contra Quintio, quien inicialmente rechazó a Viriato, pero sólo para caer en una emboscada del lusitano que terminó con la expulsión de toda su guarnición (App. Iberike, 66). Este cerro ha sido relacionado hoy en día con el cerro de San Vicente, en virtud a hallarse al norte del Tajo, al cultivo de olivos y a su carácter de atalaya natural.

La provincia romana de Lusitania, surgida más de un siglo más tarde —en el 27 a.C.— de la división de la Hispania Ulterior.
Cruzó el río Tajo y acampó en un monte cubierto de olivos, llamado monte de Venus.

Apiano, Iberike, 64

Durante estas campañas, como se menciona, Viriato venció tras Vetilio al mencionado Plaucio cerca de Viseo, entre el Duero y el Mondego, a Claudio Unimano cerca de Ourique —tras lo cual, según Floro y Orosio, Viriato se haría con los estandartes romanos y decidiría colocarlos a modo de trofeo de guerra en lo alto de las montañas— y a Cayo Nigidio, gobernador de la Citerior. En el apogeo de estas campañas contra Roma, los lusitanos y sus aliados controlaban una gran parte de la Ulterior y el sur de la Citerior.


GUERRA ABIERTA (145 a.C - 140 a.C.)

El año 145 a.C. supuso cierto punto de inflexión en el desarrollo de las guerras lusitanas, puesto que Roma, tras acabar la guerra contra Cartago, podría destinar más tropas y atención a la provincia de Hispania. Quinto Fabio Máximo Emiliano —que sustituyó a Cayo Plaucio, desterrado por sus fracasos militares— trajo nuevas tropas e instaló su centro de operaciones en la ciudad de Orsona para reforzar al gobernador de la Citerior, Cayo Lelio el Sabio. Estos refuerzos, así como la experiencia militar de Emiliano, ocasionaron la retirada de Viriato en el año 144 a. C., con lo que tuvo que ceder las principales ciudades dominadas por los lusitanos en el sur de la península, tras lo cual se replegaría a la ciudad de Baikor —que Schulten relacionó con Baecula, la actual Bailén, aunque puede también asociarse con Baena—. Sin embargo, Emiliano regresó a Roma sin haber conseguido capturar a Viriato, y la mayor parte de sus refuerzos terminarían perdiéndose en escaramuzas y emboscadas en Orsona y Pax Iulia. 
A fin de reparar sus fuerzas, Viriato logró extender aquel mismo año la revuelta a la Celtiberia con la participación de arévacos, tittos y bellos, ya que hasta entonces sólo habían tomado parte mayoritariamente lusitanos y vetones, lo que dio inicio a la tercera guerra celtíbera. Durante los años posteriores, a pesar del ataque de Lelio, Viriato haría retroceder a los romanos ahora liderados por el cónsul Quinto Cecilio Metelo y el pretor Quinto Cocio, y conquistaría la ciudad de Itucci o Tucci —la actual Martos o bien Tejada la Vieja— y la región de la Bastetania.

"Viriathus, ex latrone dux Celtiberorum, cedere se Romanis equitibus simulans usque ad locum voraginosum et praealtum eos perduxit et, cum ipse per solidos ac notos sibi transitus evaderet, Romanos ignaros locorum immersosque limo cecidit."

Viriato, que de ser un bandido se convirtió en líder de los celtíberos, en una ocasión, mientras pretendía retirarse frente a la caballería enemiga, les condujo a un lugar plagado de huecos en el suelo. Allí, mientras él cabalgaba siguiendo un camino que conocía bien, los romanos, desconocedores del terreno, se hundieron en la ciénaga y murieron.


FRONTINO, ESTRATAGEMAS

Tras una serie de victorias de Viriato contra los ejércitos romanos, con continuas correrías y razzias lusitanas alrededor de 143 a.C., los romanos enviaron al cónsul Quinto Fabio Máximo Serviliano con un número mayor de tropas y con elefantes —18.000 unidades de infantería y 1.600 de caballería, así como 10 elefantes y 300 jinetes númidas enviados por el rey Micipsa—. Éste empezaría liberando ciudades del sur de Hispania como Itucci para continuar en persecución de Viriato hacia Lusitania, teniendo que demorarse al sufrir entonces el ataque de los capitanes Curio y Apuleyo, de quienes se sospecha que no serían sino desertores romanos, pero que en cualquier caso comandaban una gran fuerza de bandidos lusitanos. Aunque con grandes dificultades, Serviliano les derrotó y acabó con la vida de Curio. Viriato terminó cercando finalmente a Serviliano cuando éste se encontraba asediando a su vez la ciudad de Erisana (posiblemente cerca de Zalamea de la Serena). El líder ibero entró en el recinto a escondidas y realizó una incursión nocturna que acorraló al ejército del romano.

En esta situación de superioridad el caudillo forzaría a Serviliano a firmar un acuerdo de paz en el 140 a. C., ratificado por el Senado romano. En este pacto —foedus— se otorgaba la independencia a las tierras de Lusitania poseídas por Viriato, los romanos reconocieron a Viriato como dux (jefe) de los lusitanos y le otorgaron el título de amigo del pueblo romano («amicus populi romani»). Las motivaciones de Viriato para firmar la paz con Serviliano podían obedecer a unas posibles pretensiones del caudillo de lograr convertirse en una especie de rey de una Lusitania independiente y en paz con Roma, así como al hartazgo de la guerra que se habría generalizado entre sus gentes.


REEMPRENDIMIENTO DE LA GUERRA (140 a.C - 139 a.C)

El foedus con los lusitanos sería visto con malos ojos por otros generales romanos —deformem pacem—, por considerarlo una cesión inaceptable y vergonzosa ante Viriato, y Serviliano sería sustituido por su hermano Quinto Servilio Cepión, que reanudaría la guerra en la región previo permiso del Senado.

"Viriathus in Hispania, primum ex pastore venator, ex venatore latro, mox iusti quoque exercitus dux factus totam Lusitaniam occupavit."

En Hispania, Viriato, quien primero pasó de pastor a cazador, luego a bandido y pronto a jefe de un ejército, ocupó toda la Lusitania.
Tito Livio, Periochae, 52.
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Fin de la Segunda Parte

Fuentes: Wikypedia, Afm Elierf

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