sábado, 23 de noviembre de 2019

(13C) Escipión el Africano: Parte III y última


INVASIÓN ROMANA DEL NORTE DE ÁFRICA

En consecuencia en el año 204 a. C. Escipión, que ahora era procónsul, zarpó de Lilibeo y desembarcó en África, no muy lejos de Utica, sin oposición de la flota cartaginesa. Una vez que llegaron los romanos, se les unió un aliado que a la postre resultaría decisivo: Masinisa, rey nominal de Numidia Oriental, despojado de su trono por su rival, Sifax, rey de Numidia Occidental y aliado de Cartago. Escipión puso sitio a Útica, ciudad ubicada en la costa mediterránea de África, pero la llegada de los ejércitos unidos de Sifax y Cartago le obligaron a retirarse a pasar el invierno en un promontorio saliente (llamado Gens Cornelia por las tropas de Escipión, en honor a su líder), que él fortificó. Escipión decidió entrar en negociaciones de paz, pero con el secreto fin de averiguar todo lo necesario para atacar por sorpresa a sus enemigos.

En la primavera de 203 a. C., Asdrúbal Giscón, y Sifax meditaban un ataque general por tierra y por mar contra las fuerzas de Escipión, pero este último, que fue informado de su plan por algunos númidas, se anticipó y atacó sus dos campamentos en la noche, causando ingentes pérdidas a los cartagineses y los númidas, lo que permitió poner sitio a la ciudad de Útica. Los cartagineses y los númidas reunieron sus últimas reservas (incluyendo mercenarios hispanos) para enfrentarse a Escipión. La consiguiente batalla de los Grandes Camposculminó con la completa victoria romana, expulsando a Sifax del trono de Numidia y obligando a Cartago a entablar negociaciones de paz. Aníbal fue llamado para que regresara de Italia.




Cartago y Roma acordaron que la paz se restableciera mediante la pérdida de Cartago de cualquier posesión no africana, entrega de toda la flota de guerra, con excepción de unas cuantas naves, y el pago de un tributo, así como el reconocimiento de Masinisa como rey independiente de Numidia. Sin embargo, al llegar las tropas cartaginesas de Aníbal y Magón a África, se decidió romper el acuerdo mediante la agresión a unas naves romanas que buscaron refugio de una tormenta cerca de Túnez. La guerra volvió a empezar, pero la situación era ahora muy diferente.

Escipión reemprendió la campaña en África y se puso en contacto con Masinisa, quien le proporcionó 4000 jinetes y 6000 infantes. Aníbal, informado de su llegada, movilizó a su ejército, pero antes de entrar en batalla trató de negociar con Escipión. No habiendo llegado a acuerdos, se dispusieron a la lucha.
El 19 de octubre de 202 a. C. se produjo el enfrentamiento entre los ejércitos de Aníbal y Escipión en la batalla de Zama. Tras casi un día entero de batalla y en inferioridad numérica, el ingenio de Escipión frente a los ochenta elefantes y aproximadamente cuarenta mil cartagineses dio una gran victoria a los romanos y sus aliados. En honor a esta victoria, Publio Cornelio Escipión tomaría el nombre con el que se ha hecho célebre: Africano.



El propio Aníbal decidió llevar a cabo las negociaciones de paz con Roma, pues comprendió que era inútil seguir resistiendo. Las duras condiciones impuestas por Roma fueron: pérdidas de todas las posesiones de Cartago fuera del continente africano; prohibición de declarar nuevas guerras sin el permiso del pueblo romano; obligación de entregar toda la flota militar; reconocimiento de Masinissa como rey de Numidia y aceptación de las fronteras entre Numidia y Cartago que éste determinase; pago de 10 000 talentos de plata (aproximadamente 260 000 kg) en 50 años; mantenimiento de las tropas romanas de ocupación en África durante tres meses; entrega de 100 rehenes escogidos por Escipión, como garantía del cumplimiento del tratado.
Aníbal aceptó las condiciones, a fin de que los romanos le dejaran en paz mientras ayudaba a Cartago a reconstituir su poderío. El tratado fue ratificado por ambos senados, el cartaginés y el romano, en el año 201 a. C.

ESCIPIÓN ; PRINCEPS SENATUS

Tras regresar a la capital y celebrar sus triunfos sobre Cartago, Escipión ocupó un puesto en el Senado de Roma. Tenía entonces 35 años. En 199 a. C., Escipión fue elegido censor con P. Elio Peto y fue electo cónsul por segunda vez en 194 a. C. con Tiberio Sempronio Longo. Al mismo tiempo, los censores le conferían el título de princeps senatus en el año 190 a. C.
Escipión fue testigo en el senado del recrudecimiento de los conflictos externos que amenazaban a la república.
Roma tuvo que enfrentarse, presionada por los griegos, con el rey de Macedonia Filipo V, antiguo aliado de Aníbal. Este rey, que según algunos historiadores había enviado refuerzos a Cartago durante la batalla de Zama, se había coaligado con Antíoco III, el rey de Siria.
Mientras, en Hispania se producían constantes sublevaciones contra Roma, debido, principalmente, a la avaricia y crueldad de los gobernadores romanos.

En la propia Cartago se recrudecían los conflictos. Aníbal, elegido sufete, se enfrentaba a la oligarquía púnica. Estos lo acusaron de preparar una nueva guerra contra Roma y pretendieron entregarle al senado romano para que lo ejecutara. Sin embargo, Aníbal escapó de Cartago y se refugió en la corte de Antioco III de Siria, ofreciéndosele como asesor militar.
En 193 a. C., junto con Cayo Cornelio Cetego y Marco Minucio Rufo, fue uno de los comisionados enviados a África para mediar entre Masinisa y los cartagineses, y en el mismo año, de acuerdo con una historia relatada por Quinto Claudio Cuadrigario, fue uno de los embajadores enviados a Antíoco en Éfeso, en cuya corte Aníbal residía.




OCASO DE ESCIPIÓN EL AFRICANO

Mientras Catón el Censor reprimía las sublevaciones en Hispania, Roma vencía a Filipo V en la batalla de Cinoscéfalos.
En 190 a. C. Lucio Cornelio Escipión, el hermano de Escipión el Africano y Cayo Lelio fueron electos cónsules. Lucio, fue nombrado general del ejército que debía desembarcar en Asia Menor (Turquía) y enfrentarse con Antíoco III. Publio marchó con él como su legado, aunque muchos historiadores consideran que era él quien dirigía realmente el ejército.

En la guerra contra Antíoco, el joven hijo del Africano, que acompañó a su padre, cayó en manos del rey de Siria. Éste ofreció liberar a los cautivos sin rescate, si el Africano obtenía para él una paz favorable, pero aunque el padre rechazó su propuesta, Antíoco envió de vuelta a su hijo mientras él estaba ausente del ejército a causa de una enfermedad.
Los ejércitos romanos y sus aliados de Pérgamo se enfrentaron con las tropas sirias en la batalla de Magnesia, en 190 a. C. Antíoco III no escuchó los consejos de Aníbal acerca de cómo debía situar las tropas, despreciándolo por ser un general extranjero, e hizo caso a sus consejeros que propusieron un plan que los llevaría a la derrota absoluta y a una gran victoria para Roma.
Antíoco III tuvo que ceder tierras a los aliados de Roma y pagar un fuerte tributo. Aníbal huyó al saber que iba a ser entregado a los romanos, refugiándose en la corte del rey de Bitinia. Allí pasó unos años como asesor militar del rey hasta que el Senado romano mandó soldados a apresarlo, por lo que, al enterarse, se suicidó en 183 a. C.

Lucio Cornelio Escipión recibió por el éxito de esta campaña el sobrenombre de "el Asiático".
El Africano regresó a Roma con su hermano Lucio después de la finalización de la guerra en 189 a. C., pero sus últimos años fueron amargados por los continuos ataques de sus enemigos. Poco después de su regreso, él y su hermano Lucio fueron acusados de haber recibido sobornos de Antíoco para tratar al monarca con poco rigor, y de haberse apropiado de una parte del dinero que había pagado Antíoco al estado romano. La acusación fue sostenida por M. Porcio Catón.
En 187 a. C., dos tribunos de la plebe en el nombre de Petillii, instigados por Catón y los demás enemigos de los Escipiones, requieren a Lucio Escipión que diera cuenta de todas las sumas de dinero que había recibido de Antíoco. Lucio elaboró, por consiguiente sus cuentas, pero cuando estaba en el acto de la entrega, el orgulloso Africano indignado se las arrancó de las manos y las rompió en pedazos ante el Senado. Esta altiva conducta parece haber producido una impresión desfavorable, y su hermano fue llevado a juicio en el curso del mismo año, declarado culpable y condenado a pagar una fuerte multa.
El tribuno C. Minucio Augurino ordenó que lo llevaran a la cárcel y allí estuviera detenido hasta que el dinero fuese pagado; ante lo cual el Africano, más enfurecido aún con este nuevo insulto a su familia, rescató a su hermano de las manos de los oficiales del magistrado. Las propiedades de Lucio, sin embargo, fueron confiscadas, y, aunque no eran suficientes para pagar la multa, sus clientes y amigos contribuyeron generosamente para saldarla.

El éxito de la persecución de Lucio envalentonó a los enemigos del mismo Africano. Su acusador fue M. Nevio, tribuno del pueblo, y la acusación no se hizo hasta el final de 185 a. C.Cuando el juicio se inició, Escipión no se dignó decir una sola palabra para refutar los cargos que se habían hecho contra él.
Escipión posteriormente abandonó Roma, y se retiró a su casa de campo en Liternum. Los tribunos deseaban renovar la persecución, pero Graco sabiamente los persuadió para que abandonaran la acusación.




MUERTE Y DESCENDENCIA

Escipión nunca regresó a Roma. Él nunca se sometería a las leyes del Estado, y por lo tanto decidió expatriarse para siempre. Pasó sus últimos días en el cultivo de su finca de Liternum, donde escribió sus memorias, y al morir se dice que había pedido que su cuerpo fuera enterrado allí, y no en su país ingrato. Su requerimiento fue atendido, y su tumba aún existía en Liternum en el tiempo de Tito Livio.
El año de su muerte es incierto. Polibio y Rutilio relatan que murió en el mismo año que mueren Aníbal y Filopemen, es decir, en 183 a. C. Tito Livio y Cicerón ponen su muerte en 185 a. C., y Valerio de Ancio antes de 187 a. C. La fecha de Polibio es muy probablemente la correcta.
Escipión se casó con Emilia Tercia, la hija de Lucio Emilio Paulo, que cayó en la batalla de Cannas, y con ella tuvo tres hijos, un hijo, Publio Cornelio Escipión Africano, y dos hijas, Cornelia Mayor y Cornelia Menor, la mayor de los cuales se casó con Publio Cornelio Escipión Nasica Córculo y la más joven con Tiberio Sempronio Graco y, por lo tanto, se convirtió en la madre de los dos célebres tribunos de la plebe Tiberio y Cayo.
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Fin de la Tercera y Última Parte (14C)

Fuentes: Wikypedia, Afm Elierf

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