César fue elegido cuestor por los Comicios en el 69 a. C., con 30 años de edad, como estipulaba el cursus honorum romano. En el sorteo subsiguiente, le correspondió un cargo en la provincia romana de Hispania Ulterior, situada en lo que es hoy día Portugal y el sur de España. Según cuenta una leyenda local, en el Templo de Hércules Gaditano (Herakleión) de la ciudad de Gades, situado en lo que actualmente es el Islote de Sancti Petri, Julio César tuvo un sueño que le predecía el dominio del mundo después de haber llorado ante el busto de Alejandro Magno por haber cumplido su edad sin haber alcanzado un éxito importante. ÑAllí, como cuestor, conoció a Lucio Cornelio Balbo "El Mayor", el cual posteriormente se convirtió en consejero y amigo del futuro dictador y propretor de la Hispania Ulterior en el año 61 a. C. Gades proporcionó un gran apoyo a la flota romana en su campaña de Lusitania, donde Balbo ya era praefectus fabrum, esto es, una especie de jefe de ingenieros, perteneciente a la plana mayor de las legiones.
De vuelta en Roma, César prosiguió su carrera como abogado hasta ser elegido edil curul en el año 65 a. C., el primer cargo del cursus honorum que se desempeñaba dentro de Roma. Las funciones de un edil pueden ser equiparadas, en cierto modo, a las de un moderno Presidente de una Junta Municipal, e incluían la regulación de las construcciones, del tránsito, del comercio y otros aspectos de la vida diaria, entre otras las funciones de jefe de policía. Pero el cargo, el primer peldaño público para llegar a la magistratura suprema del consulado, podía ser también el último que se desempeñara, pues incluía la organización de los juegos en el Circo Máximo, lo que, debido a lo limitado del presupuesto público, exigía al edil la utilización de fondos personales. Esto fue especialmente verdad en el caso de César, que pretendía realizar unos juegos memorables para impulsar su carrera política. Y, de hecho, empleó todo su ingenio para conseguirlo, llegando a desviar el curso del Tíber e inundar el Circo para ofrecer una naumaquia (un combate entre barcos). Acabó el año con deudas del orden de varios cientos de talentos de oro.
Sin embargo, su éxito como edil fue una ayuda importante para que, después de la muerte de Quinto Cecilio Metelo Pío en el año 63 a. C., César fuera elegido Pontifex Maximus dignidad que dotaba al electo de enorme auctoritas y dignitas. El día de su elección había sospechas de un atentado contra él, lo que obligó a Julio César a decir a su madre:
"Madre, hoy verás a tu hijo muerto en el Foro o vistiendo la toga del sumo pontífice."
Suetonio
El cargo implicaba una casa nueva en el Foro, la Domus Publica, la presidencia del Colegio de Pontífices y una cierta preeminencia en la vida religiosa de Roma, así como la asunción de los deberes y derechos del paterfamilias sobre las Vírgenes Vestales.Su estreno como Pontifex Maximus fue marcado por un escándalo. Después de la muerte de Cornelia, César se había casado con Pompeya (hija de Cornelia Sila y Quinto Pompeyo Rufo), nieta de Sila. Como esposa del Pontifex Maximus y una de las mujeres más importantes de Roma, Pompeya era responsable de la organización de los ritos de la Bona Dea en diciembre, una liturgia exclusivamente femenina, donde los hombres no podían participar. Pero durante las celebraciones del año 62 a. C., Publio Clodio Pulcro (un joven líder demagogo, considerado como peligroso) consiguió entrar en la casa disfrazado de mujer, al parecer movido por el lascivo propósito de yacer con Pompeya. En respuesta a este sacrilegio, del cual ella probablemente no era culpable, Pompeya recibió una orden de divorcio. César declaró en público que él no la consideraba responsable, pero justificó su acción con la célebre máxima:
"La mujer de César no sólo debe ser honrada; además debe parecerlo."
Plutarco
Clodio fue perdonado por voluntad del pueblo, ya que nada había sido probado y el propio César no quiso declarar contra él.
En las elecciones para el 63 a. C., Marco Tulio Cicerón salió elegido cónsul senior. Fue un año particularmente difícil no solo para César, sino también para Roma. Durante su consulado, Cicerón reveló una conspiración para destituir a los magistrados electos y reducir la funcionalidad del Senado, complot liderado por Lucio Sergio Catilina, un patricio frustrado por su falta de éxito político. Si bien no se celebró juicio contra ellos, en el sentido estricto del término, lo cierto es que casi todos los acusados en la conspiración, y desde luego Catilina, estuvieron presentes en las sesiones del Senado en las que se les "juzgó". En la tercera reunión, Cicerón descargó su responsabilidad sobre la curia haciendo que los senadores debatieran la pena a la que habría de condenarse a los conjurados. El resultado fue una sentencia de muerte para cinco prominentes romanos aliados de Catilina y para el propio Catilina. Todos estos extremos quedaron para la posteridad en las famosas Catilinarias escritas por el propio Cicerón.
César se opuso a la pena de muerte usando para esos fines su mejor oratoria, pero fue vencido por la insistencia de Marco Porcio Catón el Joven y los cinco hombres fueron ejecutados ese mismo día. Fue también en esta dramática reunión del Senado en la que el romance de César con Servilia, hermana de Marco Porcio Catón, salió a la luz. Los opositores políticos de César lo acusaron de formar parte de la conspiración de Lucio Sergio Catilina, lo que nunca fue probado ni perjudicó su carrera.
César fue electo pretor urbano para el 62 a. C., el puesto de pretor más distinguido, ya que era el que se ocupaba de los asuntos entre ciudadanos romanos. Apoyó al tribuno de la plebe Quinto Cecilio Metelo Nepote cuando este presentó algunas leyes en favor de Pompeyo. Sin embargo, dichas leyes fueron vetadas por Catón y se produjeron luchas callejeras entre ambos bandos. Después de su complicado año como pretor, César fue nombrado propretor de Hispania Ulterior.
Fuentes: Wikipedia, Afm Elierf
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